¿Qué es la literatura? Es lo primero que nos tenemos que
preguntar: La literatura es el arte de la palabra.
Y es que, no todos los
libros contienen literatura. Para poder considerar que un texto es literario
tiene que cumplir cuatro requisitos:
1. Tiene que tener una función poética o estética, es decir,
no únicamente el contenido es importante, si no que la forma que el autor le dé
a ese contenido, también lo es.
2. Tiene que pertenecer a uno de los tres grandes géneros
literarios: Narrativa, Verso o Teatro.
3. Tiene que ser ficción, o en el caso de que sea una
historia basada en hechos reales, hay que ficcionar parte de ella.
4. Por último, tiene que tener intencionalidad artística, el
autor escribe el texto con la intención de crear arte y de provocar en el
lector una serie de emociones.
Hay algunos textos que pueden dar lugar a equivocación, ya
que cumplen CASI todos los criterios anteriores pero fallan en alguno, cuando esto
ocurre hablamos de PARALITERATURA. (Al lado de la literatura). Un texto
paraliterario, puede o no cumplir los tres primeros criterios, pero el último,
la intención, nunca será artística. Y es que los textos paraliterarios se clasifican según su intención. Pueden ser:
Didácticos: cuando su intención es enseñar algo.
Moralizantes: cuando su intención es transmitir valores.
En cuanto a la literatura, vamos a ver un poco su recorrido
histórico y a sorprendernos con el momento de la aparición de la literatura
infantil propiamente dicha. Distinguimos entre dos tipos de literatura, LA
LITERATURA FOLCLÓRICA, conjunto de historias populares que empezaron a
transmitirse de boca en boca desde la Edad Media hasta los siglos XVIII y XIX
,que fue cuando empezaron a recogerlos por escrito para evitar que se
perdieran. LITERATURA CULTA, surgida también en la Edad Media, distinguimos
dentro de ella dos tipos de textos escritos “para” los niños: Exemplarios (historias breves, estilo
fábula pero con personas, que servían de ejemplo al niño para que aprendiera
algo) y Castigos (Igual que los Exemplarios pero con un mal final, un
castigo)
¿Creéis que este tipo de textos les gustaban a los niños?
Pues efectivamente no, porque no estaban
escritos pensando en ellos, sino que los escribían pensando en cómo los adultos
querían que se comportaran o fuesen los niños, por lo tanto, no les gustaban.
A finales del XIX, una editorial muy conocida:
Calleja, se lanza a publicar textos infantiles, en un principio los costes eran
muy altos, para abaratarlos empezaron a crear unos libritos muy pequeños que
publicaban una vez a la semana. Pero estos textos no los podemos considerar
literarios, ya que no cumplen todos los requisitos. Eran textos paraliterarios
de caractacter moralizante y didáctico. A pesar de ello, este fue un gran paso
para acercar la literatura a los niños.
Y es que los niños tuvieron que esperar hasta los años 80
(¡Del siglo XX!) para poder disfrutar de una literatura pensada para ellos, no
para que aprendieran sino para que disfrutaran.
En los años
90 surgió un nuevo tipo de libro infantil: ALBUN DE IMÁGENES, estos libros
recogen dos artes: la literatura y la ilustración. Trajeron consigo un elemento
importante para nosotros: los libros de pre-lectores, a partir de entonces, los
niños que aún no tenían bien desarrollada la habilidad lectora podían disfrutar
de los cuentos gracias a las ilustraciones, y además, sin la necesidad de tener
que aprender. Las editoriales Kókinos y Kalandraka fueron las primeras en
considerar la literatura infantil cómo algo para disfrutar y no solamente
aprender. Con la novedad de los álbumes de imágenes o álbumes ilustrados se
produjo un boom de ilustradores, algunos de ellos muy conocidos, como Ramón
Sánchez o Sebastián Lancome.
Vemos por lo tanto cómo ha evolucionado a lo largo de
la historia la literatura infantil, que comenzó como paraliteratura, con el fin
de moralizar o educar y se ha llegado a convertir en auténtica literatura, cuyo
objetivo principal es que los niños disfruten de los libros.
A continuación vamos a desarrollar brevemente los tres
grandes géneros literarios: La narrativa, la poesía y el drama o teatro:
1. La narrativa
o prosa
Tanto a los niños como a los adultos nos gusta, y ha gustado
siempre, escuchar o leer historias, con ellas damos rienda suelta a nuestra
imaginación y nos evadimos del mundo por un rato. Si además, te sientes
identificado o te gustaría ser uno de los personajes del cuento disfrutas más,
cómo hemos visto antes, hasta los años 80 los cuentos que se les leían o
contaban a los niños tenían un carácter didáctico o moralizante, los personajes
no eran reales, eran estereotipados por lo que los niños no se sentían
identificados ni querían ser como ellos, lo que daba lugar a que no disfrutaran
mucho de la historia. La narrativa es el género más extendido de los tres
grandes.
Los buenos autores de literatura infantil, tienen que
cumplir dos requisitos:
Conocer bien a los niños: sus momentos evolutivos, sus
gustos, sus intereses, el desarrollo de su lenguaje…
Tener un gran conocimiento de la creación literaria y
un buen dominio del arte de la palabra: en resumen, saber escribir bien.
2. La poesía
Existe mucha poesía infantil, a los niños les gusta
mucho aprender y recitar poesías. En este punto, me gustaría citar a una autora
muy valorada y querida por “aquellos” niños: Gloria Fuertes. Esta autora
investigó y creó un estilo de poesía muy suyo y que a los niños les encanta, se
caracteriza por tres elementos básicos: son textos cortos, con rima fácil y muy
sonora y su contenido es absurdo. Esta idea, la extrajo de los denominados
“Nursery rhymes”, textos cortos y rimados típicos de Inglaterra.
3. Teatro o drama
Cuando hablamos de teatro dentro de un contexto
literario es importante saber que nos estamos refiriendo a libros que están
escritos mediante diálogos. Existen muchas representaciones teatrales (obras de
teatro) para infantil, pero el género teatral infantil escrito y publicado, no
existe. Los niños de infantil no saben leer bien, se lo tendría que leer un
adulto y un texto basado en diálogos es complicado, acabaría convirtiéndolo en
prosa.
Por último, voy a pasar a la parte más práctica del
bloque. En ella hemos aprendido, por una parte, a escoger bien los libros de
literatura infantil, para ello tendremos en cuenta el momento evolutivo en el
que se encuentran los niños, atendiendo el ámbito cognitivo, emocional y
lingüístico. Y por otra, hemos aprendido a analizar los libros infantiles.
Los aspectos a tener en cuenta a la hora de analizar
un libro infantil son:
1. La ficha bibliográfica:
Título.
Autor e ilustrador.
Editorial
Edad recomendada.
Primera edición.
2. Formato:
Aspecto externo: portada, manejabilidad, resistencia y
seguridad.
Ilustraciones: artísticas o estereotipadas, ¿Permiten
seguir la historia sin necesidad de leer?
Letra: tamaño, fuente, interlineado.
3. Contenido
Tema: Cuál es el tema principal del que trata el libro
y si es adecuado para la edad recomendada.
Estructura: puede ser lineal, circular o con nudo
acumulativo.
Personajes: si son cercanos y reconocibles por los
niños, si se pueden sentir identificados con ellos…
Lenguaje: si el vocabulario utilizado y las
estructuras gramaticales son adecuadas para la edad recomendada.
Valores y contravalores: elementos que te hacen ser
muy feliz (valores) y elementos que te pueden hacer sentir mal o triste
(contravalores)
Para concluir mi reflexión me gustaría decir que me parece muy importante
que una maestra o maestro de educación infantil sepa elegir de manera adecuada
los cuentos que les va a ofrecer a sus alumnos, por lo que me ha parecido muy
útil, interesante (¡e incluso divertido!) el aprender a analizar libros de
literatura infantil.
No tengo experiencia previa y mi memoria deja mucho que desear, pero lo que
sí tengo claro es que de cara al futuro
tendré en cuenta todos estos criterios a la hora de escoger los libros para
“mis niños”.
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